martes, 25 de septiembre de 2007

El Farmall de mi abuelo.


Los primeros recuerdos.

"El Farmall". Siempre lo conocí con ese nombre. No era "El Tractor" ni "La Máquina", simplemente "El Farmall". Desde que tengo memoria mi papá lo tuvo en su poder como parte de la herencia que le dejó mi abuelo Gustavo. Se trata de un tactor MacCormick International, modelo Farmall A de 1941. Según mi papá, fue el primer tractor de tipo moderno que llegó a la provincia de Bio-Bío. Como implementos traía un cultivador, un arado de 2 discos, una rastra tándem, una fumigadora y un sistema de levante accionado con los gases del motor (que creo que nunca funcionó muy bien). Además, traía otra novedad: ¡ruedas de caucho! Se cuenta que mucha gente visitó la quinta de mi abuelo para verlo funcionar. Mi papá me contó que se acordaba perfectamente cuando llegó el tractor en 1944. Tendría unos 3 a 4 años de edad. Le impresionó el color rojo bermellón y encontraba que era "...tan grande..." Bueno, para un niño de esa edad todo es grande. En el Farmall aprendió a conducir, al igual que yo. Hoy su pintura está gastada y desteñida. Por algunas partes asoma el óxido, pero en las zonas protegidas todavía se puede ver ese rojo tan intenso y característico de las máquinas International Harvester.

Mi primer recuerdo del Farmall se remonta a 1972. Debo haber tenido poco más de 2 años y medio de edad (como mis hijos menores hoy) y yo viajaba en un coloso tirado por este tractor manejado por mi papá, muy aferrado a los brazos de mi mamá camino a casa en Paillihue, comuna de Los Ángeles. Esta imagen constituye, creo, el recuerdo más antiguo que de mi existencia.

Las imágenes se suceden una tras otra de aquel tiempo en mi niñez en el campo y el Farmall siempre estaba allí, como una presencia permanente de recuerdos y tradición, ya sea cuando se conectaba a la sierra circular para cortar leña para el invierno, cultivando la tierra con el arado de dos discos y la rastra tándem, cortando pasto, accionando la enfardadora estacionaria (también marca McCormick), arrastrando carros con fardos, o accionando la trilladora estacionaria Tritón... En fin, una serie de recuerdos que nunca se irán de mi mente (si es que "Al Zeimer" no dice otra cosa). De esa época viene mi vínculo férreo con la agricultura cuando mi papá solía arar el campo y podía sentir el crujido del suelo al romperse y aspirar su suave aroma húmedo y envolvente al mostrar su cara al Sol de finales de invierno.

Hace más de dos años, poco antes que mi papá se fuera de este mundo, fue guardado en una bodega junto a las demás maquinarias. Desde ahí es que no funciona, pero me he propuesto hacerlo funcionar nuevamente, darle la utilidad que siempre tuvo y ser la tercera generación en utilizarlo. Con esto inicio el proyecto de restauración de mi Framall A 1941.


Arturo Neumann.

4 comentarios:

claudy dijo...

Te felicito por rescatar el farmall de tu pàdre de ésa bodega que hoy se encuentra,rescatarás los recuerdos del ayer....para caminar con fortaleza en el futuro...gracias por tu amistad

Unknown dijo...

hola que bueno ke te motives a restaurar el farmall es un lindo tractor donde esta actualmente? yo tambien soy de los angeles saludos

Anónimo dijo...

hola ke bueno ke restaures el farmall es un lindo tractor no muy visto aca en chile , en ke parte se encuentra actualmente .... yo tambien soy de los angeles
saludos ...

Anónimo dijo...

felicitaciones por restauraresa linda yoya los tractores farmall nunca moriran -------yo adquiri una reliquia 1928 farmal super A H I.... ESTA DESBARATADO PERO CON AYUDA DE DIOS LO RESTAURARE PRONTO PUBLICARE MUCHAS FOTOS.